les invito a conocer un poquito sobre lo que nos rodea

las cosas que no tienen respuestas son las más interesantes que existen (si es que existen), si nos ponemos a investigar el universo completo no alcanzaría la vida de toda la raza humana, pero si podemos invertir un poquito de nuestro tiempo a averiguar que existe más allá de nuestro dormitorio.
Ojalá y les agrade mi pequeño aporte a la sociedad.

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domingo, 24 de abril de 2011

Semana Santa: Los peces también sienten dolor

FUENTE:
(cc) Meg Rorison
He conocido a varios “naturistas” que no comen carne, pero comen todo tipo de productos lácteos, además de pescados y mariscos. Algunos, dicen no comer carne porque no les gusta, pero más de alguno argumenta que no lo hace porque no cree que sea moral asesinar animales para alimentar a los humanos. En ese sentido, tampoco sería moral enjaularlos, engordarlos ni hacinarlos. Y aunque los cristianos no sean veganos, esta fecha ha servido a los grupos animalistas a llamar la atención acerca de los abusos cometidos con los animales, más allá de las vacas, los cerdos y los pollos.
Mientras los cerdos son encerrados en pequeñas jaulas donde no caben sus cuerpos, los peces son criados en tóxicos criaderos, donde el número de animales por metro cuadrado supera infinitamente su densidad poblacional natural. Por otro lado, al estar hacinados de esa forma, las fecas desechadas se contabilizan en toneladas y contaminan el fondo marino, exterminando a cualquier especie del lugar con un pantano de caca. Asimismo, la pesca de arrastre produce una multitud de asesinato de especies marinas, que más tarde ni siquiera se venden, destrozando el fondo marino de los océanos.
Imagínese usted el dolor de un animal que, mientras va nadando tranquilamente en el mar, se encuentra con un poco de comida y de pronto se ve arrastrado por un gancho que le atravesó la boca y parte de la cabeza, muchas veces los ojos, el paladar, la garganta, para luego morir asfixiado fuera del agua, o a golpes, o con un simple cuchillazo en el vientre, sacándole las vísceras rápidamente. En los humanos, esa forma de tortura se usó sólo durante la Edad Media.
Hace un tiempo estuve en una pescadería de puerto, y recuerdo un cajón lleno de jaivas, unas 100 o 150, todas vivas, amontonadas unas arriba de otras. Lamentándome por ellas, las observé un rato, y vi cómo una de llas avanzaba entre los cuerpos de sus congéneres, salía del cajón, caía estrepitosamente en el cemento, y caminaba hasta esconderse detrás de un basurero. Cuando el comerciante se percató, simplemente la tomó y la depositó de vuelta al cajón.
Una palabra que se ha puesto de moda, y que define muy bien cuál es la situación, es “especismo”, que significa discriminar, ya no por la religión, raza o nacionalidad, sino por la especie. De cierta forma se sostiene que algunos animales tienen más derecho a la vida que otros. Por ejemplo, colgar a un perro de las patas degollarlo hasta que se desangre, y acumular la sangre en una fuente, sería visto como una práctica brutal, pero eso mismo se hace con los corderos y a millones de personas les parece perfectamente normal.

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